jueves, 24 de enero de 2013

ecosistema


Las aguas dulces son aquellas que tienen una baja concentración de sales, inferior, en general, a un gramo por litro. Entre los biomas de agua dulce podemos distinguir los de aguas corrientes, es decir, los ríos, y los de aguas estancadas, los lagos y estanques.
Aguas corrientes: los ríos
La característica más notable de las aguas corrientes es su velocidad. En función de esta característica, podemos distinguir tres tramos:
  • Curso alto. La pendiente es fuerte y la velocidad del agua, elevada. Por ello, la mayoría de los seres vivos viven adheridos a las rocas del fondo, a fin de no ser arrastrados. Las aguas son frescas y oxigenadas. En las piletas que se forman se puede remansar el agua y acumularse materia orgánica y sedimento. Aquí ya viven insectos y algunos peces de aguas rápidas, como la trucha. Hay pocos organismos autótrofos, salvo películas de algas y musgos adheridas a las rocas.
  • Curso medio. La pendiente es menor y el cauce, más ancho. Hay sedimentos en los que pueden enraizar más plantas, por lo que el bioma es más rico. Habitan numerosas especies de peces, anfibios, mamíferos...
  • Curso bajo. El agua va muy lenta y suele ser turbia, lo que es desfavorable para muchos seres vivos. Además, existen variaciones en la salinidad, por lo que la biodiversidad no es demasiado elevada.
Aguas estancadas: lagos y estanques
Este tipo de aguas incluye desde grandes lagos hasta pequeños estanques estacionales, por lo que sus características son muy variables. En general, se distinguen tres zonas:
  • Zona litoral. En ella abundan las plantas angiospermas, que enraízan en el fondo y tienen una parte aérea. Las partes sumergidas de estas plantas están adaptadas a absorber nutrientes por toda la superficie de su cuerpo, no solo por las raíces. Esta zona es muy rica en todo tipo de animales (peces, anfibios, reptiles, mamíferos), que atraen a numerosas aves y otros animales que se alimentan de ellos.
  • Zona limnética. Es la zona de aguas abiertas hasta una profundidad a la que puede penetrar la luz. Encontramos fitoplancton y peces.
  • Zona profunda. Se halla en los lagos más profundos y en ella no penetra la luz. Viven animales, hongos y bacterias que se alimentan de los restos que caen de la capa superior. En esta zona se acumulan numerosos nutrientes que ascienden en primavera y otoño, épocas en las que el cambio de temperatura remueve el agua del lago.



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